domingo, 5 de enero de 2014

El regreso de las aves, de Cohutec Vargas en Pachuca Hidalgo por Agustín Cadena & Oscar Monter




 
De derecha a Izquierda: Oscar Monter, Cohutec Vargas, Agustín Cadena, Aidée Cervantes, Esmeralda Tobon y Abraham Chinchillas.


Presentación del regreso de las aves de Cohutec Vargas Genis.
Por Agustín Cadena Rubio. 

Primero voy  decir que el libro de Cohutec Vargas Genis, me ha tocado muy profundamente, porque las aves migratorias tienen ciclos anuales  como yo, y son  símbolo de lo que se va para regresar, mi participación es un texto que escribí para la presentación como siempre es breve, se llama:

EL REGRESO DE COHUTEC VARGAS GENIS.

Si en Geografía del anhelo de Cohutec Vargas Genis, se perfilaba ya como uno de esos raros poetas que no eligieron la poesía, sino fueron elegidos por ella, en este segundo poemario muestra definitivamente que la musa lo ha marcado con fuego, en efecto, el transito del primer libro al segundo, es un viaje veloz por los cominos del aprendizaje y el dominio de la técnica, la voz es más firme, mas sonora , más experta, y afortunadamente el poeta se mantiene fiel a sus temas y sus obsesiones, acaso enriqueciéndolos con elementos frescos de su simbología personal, así,  el deseo, la mujer, la carne como ventana al paraíso, la belleza como ancla del espíritu y el amor como antídoto contra  la inercia, la dialéctica de la muerte y la vida, los senderos de la iniciación, todos estos temas ya explorados en geografía del anhelo, resurgen con nuevos colores, las aves perteneces a las esferas del aire, que son las de la inteligencia, son mensajeros entre el cielo y la tierra, entre los seres etéreos que habitan las alturas y los  hombres de carne y de sangre, su canto guarda la memoria del paraíso, su graznido nuestra caída, desde las oscuras golondrinas de Gustavo Adolfo Becker hasta el cuervo de Edgar Alan Po,  las aves mesen su vuelo tras del cual viene el deseo, por eso cohutec Vargas Genis se pregunta: ¿dónde se mesen las aves? Es decir, dónde guardan sus secretos, los que podrían  hacer asible al amor y  accesible el enamoramiento, en un acto de prestidigitación atípica   Cohutec Vargas Genis articula su  respuesta a esas preguntas en esta  intensa iniciación poética que es su libro, y une los reinos de la mente y  del corazón,  en un solo símbolo; el ave de agua,  mensajera de la fantasía y de la emoción erótica [..] ciertamente los poemas de este libro reflejan no solo una depuración de la técnica sino un plan más ambicioso y mejor articulado para llegar a una simbología personal, por eso cada una de las cosas guarda una sorpresa para quien sea capaz de recibirlo y su carácter mistérico va creciendo  a medida que el libro se acerca a su final, la primera parte: Llegas con el viento,  es apenas una declaración de intenciones,  un coqueto,  el oleaje en temas e insinuaciones mistéricas va creciendo, elevando su cresta de espumas hasta llegar a oculta geometría, sin duda  la parte más rica de todo el conjunto, una verdadera geometría oculta  que solo se hace visible a quien sabe mirarla tal como sucedía con la piedra labrada de  las antiguas catedrales, las palabras son puentes y los puentes unen pero también al unir hacen evidente el hecho de la separación,  las palabras revelan distancias, dividen, despiertan anhelos, son pasillos, a través de ellas transitamos la vida,  las palabras son puertas, a ellas llamamos a ver si alguien nos abre,  son habitaciones que ocultan secretos, ventanas que muestran mundos insospechados,  así un poeta que escribe es un soñador que se sueña una casa, es un alma que se construye una morada para  este mundo, pensemos en los templos góticos [] o en la catedral barroca de Sor Juana; Withman se hizo una cabaña de troncos, Octavio Paz, una gran bóveda de cristal y aire azul, la casa de Jaime Sabines, es un monumento al desorden de lo incontenible y lo desgarrado, prohibido   para quienes están acostumbrados a los jardines,  no  a la selva, en el regreso de las aves Cohutec Vargas Genis  me hace pensar en la capilla de Rosslyn  en Escocia, que habla  al visitante  con la voz de los siglos y cada persona que llega ahí, escucha de la piedra lo que está lista para escuchar, aquí radica la belleza y la grandeza de este libro que hoy estamos celebrando.
Gracias.



Presentación del regreso de las aves de Cohutec Vargas Genis.
Por Oscar Monter Fuentes. 

Muy buenas tardes:
Me es  grato participar en la presentación  de este libro del buen amigo  Cohutec Vargas Genis, que como la mayoría o como  muchos de nosotros es como  las aves,  también un migrante, yo lo  conocí como un migrante poblano radicado en Pachuca y ahora  es un inmigrante de Pachuca que vive en Atlixco, no se  de  cuál de las dos huye, ni tampoco sé por qué,  pero en ninguna  de las dos se queda, bien a bien. Yo voy a leerles un texto y creo que mi texto  está mal colocado en el momento que me corresponde de esta presentación,   porque hubiera preferido leerlo después del vino y creo que podría ser más comprensible.  Pero  voy a hacer el  intento. Mi texto se llama:

COORDENADAS PARA UN VUELO POÉTICO.
Rodeado me encuentro aquí,   tan como si nada, metiéndome entre las alas y las plumas de los poetas, para llevarlos a un vuelo sin moverlos de sus lugares, con la administración  solo de la palabra hecha canto,  pretensión algo extraña  en estos tiempos de promesas, pero posible en el acuerdo que hoy nos convoca,  la mitad es nuestra palabra y la palabra del poeta, la otra mitad es la participación de ustedes. Dice Octavio paz,  porque lo dejo dicho, - el poeta no escoge sus palabras, cuando se dice que un poeta busca su lenguaje, no quiere decirse que ande por bibliotecas o mercados recogiendo giros antiguos y nuevos, sino que, indeciso, vacila entre las palabras que realmente le pertenecen, que están en él desde el principio, y las otras aprendidas en los libros o en la calle. Cuando un poeta encuentra su palabra, la reconoce: ya estaba en él. y él ya estaba en ella -  hasta aquí,  lo bien dicho por Paz.
 
En este su segundo libro de poesía, Cohutec  nos reencuentra con la geometría, con el vuelo, la palabra, las voces milenarias, el erotismo, la esperanza, el ciclo, ese es el trabajo del poeta; encontrar su voz,  su lenguaje, en efecto  desde hace años Cohutec cargaba el perfume de los jinicuiles,  se sabía de memoria el color y tenía el registro de su sabor para convertirlo en un símbolo y compartirlo con nosotros, hace tiempo que se guardó la impresión de los jóvenes Ahuehuetes de 500 años  para ponerlos hoy de testigo de los ciclos y los mapas que trazan las aves; el renacimiento y la esperanza ya formaban parte de su vena  poética, para decirnos que  somos una ecuación interminable de los dioses, le da fuerza a su lenguaje cuando lo canta y lo teje en lienzos de la primavera con plumas multicolores de aves, dice su palabra,  y busca su ritmo en la geometría, en el viento y en el tiempo, en el viento que hace unos años lo trajo a Pachuca, la de los vientos,  y que como hechizo hoy nos lo regresa con un plumaje de versos. El poeta  puede quemarse en su flama poética, o refrescarnos en la imagen de sus construcciones verbales, la poesía es su herramienta de liberación, su mantra, su conjuro erótico, su testimonio hecho crónica luminosa, ¿Qué nombre está oculto? que es capaz de provocar una expresión como: la rama que busca la dirección de tu mirada, que presagios trae la tormenta que dice:  el cielo se me viene encima como un felino recién liberado, o el sábado que cierra el ciclo de una semana y la compañía que le vino a decir: regresamos a casa con el canto de las aves que partieron al corazón de la tarde,  o esta imagen que hace florecer al colibrí y le da alas a la flor: el colibrí, color  que ha escapado de la flor para ser libre. El poeta no solo  volvió  a  Atlixco, a rehacer  y reconocer su palabra, regreso a su infancia, a sus valles, y cerros milenarios, volvió por  los perfumes y lo colores de la primavera, escarbo en las raíces  de sus viejos de agua, repaso los nombres en su memoria, se miró en el agua e hizo alquimia con la palabra, traza su mapa para invitarnos  de  turistas en este paisaje de color, de signos y de sueños,   los arboles haciendo versos, la primavera sacándose los colores de la bolsa y escondiendo las  plumas en su manto, la primavera como  testigo del cortejo de las flores y el medio día, esa primavera que por siglos conquista la tierra a los ojos del poeta y nos comparte esa seducción, este es el vuelo al que estamos invitados, pero en un vuelo también alcanza sus valles, toca tierra, y se arriesga el poeta  cuando nos dice: mi voz se lanza a conquistar el reino del silencio, o:  regresa, mis labios lo demandan, pero también su vuelo se tiende profundo  en las raíces añosas, para convocar el lenguaje de antes en la humedad como: siglo hecho raíz, para que la primavera:  lance el vuelo a la siguiente mañana, cante  y haga el agua, crea el aroma, y espera el atardecer para conquistar los fresnos y  la vida, en la fiesta de la vida, el poeta arroja sus palabras al día, las vuelve manantial, linterna, hace que levanten polvo, pero sobre todo; las hace invitación para arriésganos en este vuelo, bienvenidos a esta fiesta de la palabra hecha alas.
Gracias.

Agradesco infinitamente a todos quientes participaron en la presentación de este libro en la Ciudad de Pachuca Hidalgo, Aidee Cervantes, Esmeralda Tobon, Abraham Chinchillas, Venancio Neria, Agustín Cadena, Oscar Monter, Grupo Media Luna y todos los asistentes, Familia y Amig@s todos. 



 
En la fundación Arturo Herrera Cabañas de Pachuca Hidalgo.

Durante la lectura del Mtro. Agustín Cadena

Con el Mtro. Oscar Monter Fuentes.

Con el representante de los liberales de Hidalgo