miércoles, 1 de febrero de 2017

Donald Trump y su Palestinización de México:





Donald Trump y su Palestinización de México:
La esquizofrenia de una imperial forma de gobierno.
Por Cohutec Vargas.
Dedico este texto a Edith Vargas, Aidée Cervantes, 
Esmeralda Tobón, Rosalia Bibiana Rojas, 
Lucy Rodriguez  & Alma Martínez.
La inteligencia, facultad superior del género humano, se manifiesta en la capacidad de construir puentes que comuniquen, que lleven y traigan, que unan, que fortalezcan historias, conocimientos, avances, comercio, naciones, civilizaciones y familias, también en la capacidad de dialogar con aquel que no está de acuerdo con nuestra forma de ver el mundo para generar acuerdos y consensos, se encuentra en esa forma superior de crear para mejorar un estilo de vida y lanzarse al camino de la civilización, se halla en la capacidad de defender la vida y los más sagrados derechos para vivirla de una manera decorosa y digna, está presente también en la facultad más lúcida de la curiosidad, que es el de investigar para descubrir los misterios que encierra el universo y compartirlos con la humanidad para hacerla un mejor lugar para coexistir con lo que nos rodea.
La ignorancia por el contrario, se muestra más simple y más torpe, construyendo muros que dividen, obstaculizan y contienen a los ojos de quien lo construye, una fuerza que a la larga será tan sólo una ruina, un monumento a lo más miserable de una era que sucumbirá tan pronto exhale su aparente triunfo; la ignorancia también se muestra en la terquedad de la imposición que nace en la paranoia de la soledad donde vive el megalómano esquizofrénico, que se irguió sobre los demás, durmiendo en camas de oro y defecando en retretes de plata con incrustaciones de diamante y que cree que por eso los de a lado han de agachar la cabeza cuando pase enfrente; la ignorancia va en contra de todo proceso civilizatorio, destruyendo lo más sagrado que la humanidad ha construido y que son los principios universales, de libertad, igualdad y fraternidad entre los hombres.
 A un lado de las ruinas de las murallas de Troya, de Babilonia, de Zimbabue, China, o Alemania, sólo queda el recuerdo histórico de su fracaso y las terribles historias llenas de miseria que las acompañaron, y de lado contrario están los principios que generaron en quienes se sintieron ofendidos por ellas y se levantaron con su lucha y su dignidad para vencerlas. Hoy, quizá los muros más nefastos en la sociedad occidental, sean los que sigue levantando Israel en palestina y donde a diario se escriben tragedias con balas, misiles, cañones, sangre, muerte y dolor y el otro en nuestro México, un muro en donde lo más mezquino del capitalismo norteamericano se muestra, al dividir familias, al introducir armas para que los carteles asesinen, donde la droga transita a diario sin ser vista pasar sobre él, por túneles, por tierra, por agua y nadie puede detener la ley de plata o plomo para contenerla.
Tras la decisión de continuar con la construcción de un muro que lleva más de 10 años levantándose, la amenaza militar del poderío más importante de la orbe y el revuelo mediático que existe sobre este hecho y que siembra en la sociedad conservadora del norte un espíritu de empoderamiento ideológico y racial tan absurdamente soso como el que tuvo esta ocurrencia; Al mismo tiempo, genera una incertidumbre necesaria y toda una serie de respuestas de este lado del sur, que van desde las más pueriles simulaciones políticas de unidad, hasta las más lúcidas opiniones críticas con respecto al hecho en sí y que son las más dignas de aplaudir.
La orientación política de esta errónea y torpe decisión, encabezada por un hombre caracterizado por su ambición insultante, su sórdida manera de relacionarse, su soberbia faraónica, que se piensa cercano a Churchill y se asemeja más a Hitler, con la idea de querer ocultar toda una serie de acontecimientos mundiales que tiene que ver con los conflictos en medio oriente, las debilidad de su imperio ante las potencias como Rusia, China, Japón, los desencuentros con Europa toda, su vulnerabilidad antes cada vez más ataques terroristas que se crearon al cobijo de la CIA, el fortalecimiento y la alianza de las naciones del pacifico, la pérdida de control de más naciones de américa latina gobernadas por sistemas a los que no ha podido controlar del todo y el desmoronamiento de su liderazgo mundial.
Aquí, en nuestro país, vemos con preocupación la desintegración de un tratado de libre comercio que se inauguró al compás de un enfrentamiento entre el gobierno y el ejército zapatista de liberación nacional que dejó cientos de muertos y el desenmascaramiento de la realidad en la que vivían miles de indígenas y pobres en México, y que no pudo establecer una relación justa y humanista en materia de inmigración, ahora, cuando estados unidos reconoce que ni siquiera para ellos fue benéfico este tratado, nos preocupa a nosotros.
Ante una sociedad que se deja llevar por los impactos mediáticos y hace suya la agenda de quienes pretenden someterlos, con un gobierno que ha reaccionado de manera adecuada pero tardíamente, a lo que siempre se ha sabido, el carácter hostil de su vecino y que al momento de actuar titubea porque se ha acostumbrado a depender de lo que dictan los mercados que ahora lo traicionan, ante la dependencia tecnológica y comercial gestada en más de 100 años, hasta hoy, se ha dado cuenta que lo que requiere es fortalecer el mercado interno y acrecentar sus miras comerciales hacia otros países y otras potencias, ¿hasta hoy? Pareciera increíble.
Más que el impacto económico y tecnológico que tendrá la paranoica forma de gobernar de un hombre que ve de manera absurda a México como una Palestina a la que le puede construir un muro y amenazarla económica y militarmente, se olvida que existen más de 20 millones de Mexicanos en su territorio que son su fortaleza, olvida que existe una diferencia entre la frontera de palestina con Israel y de México con estados unidos de más de tres mil kilómetros , olvida que en nuestra historia de los últimos siglos México en los momentos más críticos tiene presente el espíritu guerrero de Huitzilopochtli para defender la soberanía nacional a pesar de nuestras debilidades y diferencias, olvida que México tiene una población de más de cien millones de habitantes cuyos principios son sumamente valiosos y distantes  a los de cualquier ideología extremista y su relación con el “pueblo” norteamericano siempre ha sido, amistosa y útil.
Sin embargo, si de nuestro lado nuestro gobierno también lo olvida y va a negociar con una visión a corto plazo, ese será nuestro más grande muro, pero también si nosotros como ciudadanos queremos resolver esta amenaza, además de nuestra situación social, económica y política, entonces seamos competitivos, ingeniosos, creativos, emprendedores, visionarios, investigadores, no pretendamos resolver nuestros retos con más miseria, saqueando, vociferando, ofendiendo, saboteando, marchando, en vez de eso, hagamos crítica inteligente a nuestro gobierno, seamos ciudadanos responsables y participemos no sólo en la urnas, sino seamos actores de los temas políticos, sociales y comunitarios y económicos que nos rodean a diario.
¡A veces nuestro más grande muro somos nosotros!

Comunidad de Tenango Morelos México, Febrero 1 de 2017