De derecha a Izquierda: Oscar Monter, Cohutec Vargas, Agustín Cadena, Aidée Cervantes, Esmeralda Tobon y Abraham Chinchillas. |
Presentación del regreso de las aves de Cohutec Vargas Genis.
Por Agustín Cadena Rubio.
Primero voy decir que el libro de Cohutec Vargas Genis, me
ha tocado muy profundamente, porque las aves migratorias tienen ciclos anuales como yo, y son
símbolo de lo que se va para regresar, mi participación es un texto que escribí
para la presentación como siempre es breve, se llama:
EL REGRESO DE COHUTEC VARGAS GENIS.
Si en Geografía del anhelo de Cohutec Vargas Genis, se perfilaba ya como uno de esos raros poetas que no eligieron la poesía, sino fueron elegidos por ella, en este segundo poemario muestra definitivamente que la musa lo ha marcado con fuego, en efecto, el transito del primer libro al segundo, es un viaje veloz por los cominos del aprendizaje y el dominio de la técnica, la voz es más firme, mas sonora , más experta, y afortunadamente el poeta se mantiene fiel a sus temas y sus obsesiones, acaso enriqueciéndolos con elementos frescos de su simbología personal, así, el deseo, la mujer, la carne como ventana al paraíso, la belleza como ancla del espíritu y el amor como antídoto contra la inercia, la dialéctica de la muerte y la vida, los senderos de la iniciación, todos estos temas ya explorados en geografía del anhelo, resurgen con nuevos colores, las aves perteneces a las esferas del aire, que son las de la inteligencia, son mensajeros entre el cielo y la tierra, entre los seres etéreos que habitan las alturas y los hombres de carne y de sangre, su canto guarda la memoria del paraíso, su graznido nuestra caída, desde las oscuras golondrinas de Gustavo Adolfo Becker hasta el cuervo de Edgar Alan Po, las aves mesen su vuelo tras del cual viene el deseo, por eso cohutec Vargas Genis se pregunta: ¿dónde se mesen las aves? Es decir, dónde guardan sus secretos, los que podrían hacer asible al amor y accesible el enamoramiento, en un acto de prestidigitación atípica Cohutec Vargas Genis articula su respuesta a esas preguntas en esta intensa iniciación poética que es su libro, y une los reinos de la mente y del corazón, en un solo símbolo; el ave de agua, mensajera de la fantasía y de la emoción erótica [..] ciertamente los poemas de este libro reflejan no solo una depuración de la técnica sino un plan más ambicioso y mejor articulado para llegar a una simbología personal, por eso cada una de las cosas guarda una sorpresa para quien sea capaz de recibirlo y su carácter mistérico va creciendo a medida que el libro se acerca a su final, la primera parte: Llegas con el viento, es apenas una declaración de intenciones, un coqueto, el oleaje en temas e insinuaciones mistéricas va creciendo, elevando su cresta de espumas hasta llegar a oculta geometría, sin duda la parte más rica de todo el conjunto, una verdadera geometría oculta que solo se hace visible a quien sabe mirarla tal como sucedía con la piedra labrada de las antiguas catedrales, las palabras son puentes y los puentes unen pero también al unir hacen evidente el hecho de la separación, las palabras revelan distancias, dividen, despiertan anhelos, son pasillos, a través de ellas transitamos la vida, las palabras son puertas, a ellas llamamos a ver si alguien nos abre, son habitaciones que ocultan secretos, ventanas que muestran mundos insospechados, así un poeta que escribe es un soñador que se sueña una casa, es un alma que se construye una morada para este mundo, pensemos en los templos góticos [] o en la catedral barroca de Sor Juana; Withman se hizo una cabaña de troncos, Octavio Paz, una gran bóveda de cristal y aire azul, la casa de Jaime Sabines, es un monumento al desorden de lo incontenible y lo desgarrado, prohibido para quienes están acostumbrados a los jardines, no a la selva, en el regreso de las aves Cohutec Vargas Genis me hace pensar en la capilla de Rosslyn en Escocia, que habla al visitante con la voz de los siglos y cada persona que llega ahí, escucha de la piedra lo que está lista para escuchar, aquí radica la belleza y la grandeza de este libro que hoy estamos celebrando.
Gracias.
Presentación del regreso de las aves de Cohutec Vargas Genis.
Por Oscar Monter Fuentes.
Muy buenas tardes:
Me es grato participar en la presentación de este libro del buen amigo Cohutec Vargas Genis, que como la mayoría o
como muchos de nosotros es como las aves, también un migrante, yo lo conocí como un migrante poblano radicado en Pachuca
y ahora es un inmigrante de Pachuca que
vive en Atlixco, no se de cuál de las dos huye, ni tampoco sé por qué, pero en ninguna de las dos se queda, bien a bien. Yo voy a
leerles un texto y creo que mi texto está
mal colocado en el momento que me corresponde de esta presentación, porque hubiera preferido leerlo después del
vino y creo que podría ser más comprensible. Pero voy a hacer el
intento. Mi texto se llama:
COORDENADAS PARA UN VUELO POÉTICO.
Rodeado
me encuentro aquí, tan como si nada,
metiéndome entre las alas y las plumas de los poetas, para llevarlos a un vuelo
sin moverlos de sus lugares, con la administración solo de la palabra hecha canto, pretensión algo extraña en estos tiempos de promesas, pero posible en
el acuerdo que hoy nos convoca, la mitad
es nuestra palabra y la palabra del poeta, la otra mitad es la participación de
ustedes. Dice Octavio paz, porque lo
dejo dicho, - el poeta no escoge sus palabras, cuando se
dice que un poeta busca su lenguaje, no quiere decirse que ande por bibliotecas
o mercados recogiendo giros antiguos y nuevos, sino que, indeciso, vacila entre
las palabras que realmente le pertenecen,
que están en él desde el principio, y las otras aprendidas en los libros o en
la calle. Cuando un poeta encuentra su palabra, la reconoce: ya estaba en él. y
él ya estaba en ella - hasta aquí, lo bien dicho por Paz.
En este su segundo libro de poesía,
Cohutec nos reencuentra con la geometría,
con el vuelo, la palabra, las voces milenarias, el erotismo, la esperanza, el
ciclo, ese es el trabajo del poeta; encontrar su voz, su lenguaje, en efecto desde hace años Cohutec cargaba el perfume de
los jinicuiles, se sabía de memoria el
color y tenía el registro de su sabor para convertirlo en un símbolo y compartirlo
con nosotros, hace tiempo que se guardó la impresión de los jóvenes Ahuehuetes de
500 años para ponerlos hoy de testigo de
los ciclos y los mapas que trazan las aves; el renacimiento y la esperanza ya
formaban parte de su vena poética, para
decirnos que somos una ecuación interminable de los dioses, le
da fuerza a su lenguaje cuando lo canta y lo teje en lienzos de la primavera con
plumas multicolores de aves, dice su palabra, y busca su ritmo en la geometría, en el viento
y en el tiempo, en el viento que hace unos años lo trajo a Pachuca, la de los
vientos, y que como hechizo hoy nos lo
regresa con un plumaje de versos. El poeta puede quemarse en su flama poética, o
refrescarnos en la imagen de sus construcciones verbales, la poesía es su
herramienta de liberación, su mantra, su conjuro erótico, su testimonio hecho crónica
luminosa, ¿Qué nombre está oculto? que es capaz de provocar una expresión como:
la rama que busca la dirección de tu
mirada, que presagios trae la tormenta que dice: el cielo
se me viene encima como un felino recién liberado, o el sábado que cierra
el ciclo de una semana y la compañía que le vino a decir: regresamos a casa con el canto de las aves que partieron al corazón de
la tarde, o esta imagen que hace
florecer al colibrí y le da alas a la flor: el
colibrí, color que ha escapado de la
flor para ser libre. El poeta no solo volvió a Atlixco,
a rehacer y reconocer su palabra, regreso
a su infancia, a sus valles, y cerros milenarios, volvió por los perfumes y lo colores de la primavera, escarbo
en las raíces de sus viejos de agua, repaso
los nombres en su memoria, se miró en el agua e hizo alquimia con la palabra,
traza su mapa para invitarnos de turistas en este paisaje de color, de signos y
de sueños, los arboles haciendo versos, la primavera sacándose
los colores de la bolsa y escondiendo las
plumas en su manto, la primavera como testigo del cortejo de las flores y el medio día,
esa primavera que por siglos conquista la tierra a los ojos del poeta y nos
comparte esa seducción, este es el vuelo al que estamos invitados, pero en un
vuelo también alcanza sus valles, toca tierra, y se arriesga el poeta cuando nos dice: mi voz se lanza a conquistar el reino del silencio, o: regresa,
mis labios lo demandan, pero también su vuelo se tiende profundo en las raíces añosas, para convocar el
lenguaje de antes en la humedad como: siglo
hecho raíz, para que la primavera: lance el vuelo a la siguiente mañana, cante y haga el agua, crea el aroma, y espera el
atardecer para conquistar los fresnos y
la vida, en la fiesta de la vida, el poeta arroja sus palabras al día,
las vuelve manantial, linterna, hace que levanten polvo, pero sobre todo; las
hace invitación para arriésganos en este vuelo, bienvenidos a esta fiesta de la
palabra hecha alas.
Gracias.
Agradesco infinitamente a todos quientes participaron en la presentación de este libro en la Ciudad de Pachuca Hidalgo, Aidee Cervantes, Esmeralda Tobon, Abraham Chinchillas, Venancio Neria, Agustín Cadena, Oscar Monter, Grupo Media Luna y todos los asistentes, Familia y Amig@s todos.
En la fundación Arturo Herrera Cabañas de Pachuca Hidalgo. |
Durante la lectura del Mtro. Agustín Cadena |
Con el Mtro. Oscar Monter Fuentes. |
Con el representante de los liberales de Hidalgo |